2. BENEFICIOS
DE LA LECTO ESCRITURA
Cuando hablamos de un beneficio nos referimos
a un bien. Al hablar de la lectoescritura
reconocemos que a los seres humanos nos ha llevado a ser mejores
personas y a entender mejor las cosas y
nos dota de palabras para expresar nuestros sentimientos.
El gusto por la lectura tiene muchos
beneficios, en los niños especialmente ayuda a despertar imaginación y
creatividad que en la vida adulta lo ayudará a encarar los problemas con mejor
actitud y buscar alternativas para solucionarlos.
a) Un
niño que lee, en general es más
independiente intelectualmente que uno que solo ve televisión. La televisión
con sus imágenes presenta una versión de la realidad, el libro al no presentar
imágenes dela la mente libre para
imaginar y sobre todo para cuestionar.
b) Terminar
de leer un libro representa un esfuerzo realizado, mucho mayor que ver un
programa de televisión. El esfuerzo brinda la satisfacción de haber dominado
algo difícil, incrementando la autoconfianza del niño.
c) La
lectura es esencial para lograr un dominio del lenguaje el niño puede
expresarse mejor, transmitir sus sentimientos y necesidades e interactuar más fácilmente con otras
personas y situaciones.
d) La
lectura de un buen libro, puede ayudar al niño a comprender las relaciones
entre las personas y comprenderse él mismo.
e) La
lectura es la base de la educación y la
educación es factor esencial de igualdad social en el mundo. Un niño que siente
placer al leer un libro, será un adulto capaz de utilizar la lectura como una
herramienta básica para poder desarrollarse con éxito en la competitiva
sociedad actual. (cfr. La casa del árbol beneficios de la lectura).
La
existencia y el valor de la escritura es un hecho cuya presencia es crucial en
el mundo entero, ya que el papel que ha desempeñado desde su invención por los
fenicios hasta el día de hoy la hace insustituible. La existencia de la
escritura da lugar al surgimiento y desarrollo de una actividad correlativa: La
lectura. Los beneficios de la lectura son inmensos. Por su medio se puede
ampliar el horizonte cultural, desarrollar la competencia comunicativa, ampliar
el léxico, adquirir nuevos modelos sintácticos, conocer el pensamiento de los
autores, perfeccionar la ortografía.
2.1 La
lectoescritura en la escuela primaria:
La lecto escritura
es un proceso de enseñanza –
aprendizaje, en el que se pone énfasis especialmente en el primer ciclo de la
educación primaria. Los docentes deben preparar desde muy pequeños a los
estudiantes para realizar las tareas lectoescritoras en esta etapa básica y
fundamental en la vida de toda persona.
En la lectoescritura existen múltiples métodos y teorías que fundamentan
a los docentes para enseñar la lectura y la escritura. Unos se centran en
aspectos formales del aprendizaje y llevan a cabo el proceso desde la parte más
sencilla a la más difícil, parten de las letras a las sílabas, después las
palabras y luego las frases. Algunos parten del todo y presentan al niño
palabras completas con su significado. Es importante que los docentes especialmente
los de la básica primaria sepan distinto métodos para desarrollar las habilidades de
lectoescritura con los niños.
La lectura y la
escritura son muy distintas pero deben estar vinculadas, porque para leer, se
debe saber escribir y para escribir hay que saber leer. El objetivo de la lectura es hacer posible la
comprensión de los materiales escritos, evaluarlos y usarlos. Con la práctica
los niños leerán con creciente fluidez y comprensión, leer permite acceder a la
sabiduría acumulada por la civilización.
Existen diferentes tipos de lectura: oral, silenciosa, superficial,
cuando el lector la usa para saber de qué trata el libro, lectura comprensiva,
el buen lector no se queda tranquilo
hasta que lo haya entendido todo. Lectura recreativa, lectura crítica, esta
requiere de un buen conocimiento de lo que trata el tema y poder dar su aporte
sobre lo leído.
Según Alliende G
Felipe, en el artículo sobre: “la lectura un proceso para correlacionar los
contenidos en la escuela primaria” (2000) la lectura es una habilidad
cognitiva sumamente importante que le
permite al ser humano orientar su destino y buscar la verdad. Es una actitud
mental y vital que desarrolla la emotividad y la inteligencia en procura de
lograr en las personas sensibilidad para comprender su medio, transformar
la realidad, reforzar su identidad y
procurar el reencuentro de las personas consigo mismas. Presenta además la
lectura como un área fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje del idioma español en la escuela primaria.
“Es preocupante en
el momento actual, la ligereza con que se toma este tema por parte de algunos
docentes y el desinterés y
superficialidad por parte de los
niños y jóvenes, en el transcurso de la vida escolar” Lilia E, Mercedes y
Manuel.
Área fundamental porque junto con la expresión oral,
escucha y expresión escrita constituyen las habilidades generales que coadyuvan
en el proceso de comunicación.
En términos generales, los niveles de competencia en la
lecto- escritura que se alcanzan actualmente en la escuela, no permiten que los
estudiantes puedan responder a las exigencias de la sociedad. Algunas
investigaciones realizadas por el Ministerio de Educación Nacional en las
Instituciones educativas, señalan que las deficiencias de los estudiantes en
las competencias básicas de la lecto-escritura, dificultan la asimilación y
comprensión, lo que significa que en muchas ocasiones se actúa sin comprender
el mensaje (Llinas, 1995)
Reflexiones en
torno al concepto de lectura. Al
respecto, Dubois (1996) menciona que hasta los años sesenta del siglo pasado la
lectura era visualizada como un conjunto de habilidades, en donde el énfasis
estaba en desmenuzar el proceso en sus componentes. Uno de ellos y el primero
era el reconocimiento de las palabras, seguido por la comprensión, reacción y
asimilación o evaluación como último nivel. De ahí que por muchas décadas
predominara la lectura como decodificación y por ende, el sentido estaba en el
texto. El lector era ajeno al texto y su
papel se reducía a extraer el sentido de aquel. Esta situación trajo como
consecuencia que en los sistemas educativos se adoptaran métodos de lectura y
escritura en los primeros grados con base en este enfoque. Métodos que partían
de unidades muy pequeñas como letras, fonemas y sílabas que carecía de
significado por sí solas y por consiguiente se caía en la decodificación. Esto
ha repercutido por muchos años en el
sistema educativo, lo que trae como consecuencia
baja comprensión en la lectura a la falta de ejercitación de esta habilidad en los siguientes años
escolares.
A partir de los
años sesenta del siglo XX con los avances de la psicolingüística, entendida
como la ciencia que estudia las relaciones entre el comportamiento verbal y los
procesos psicolingüístico, surge el enfoque
interactivo de la lectura, que considera a ésta un proceso
indivisible en donde juegan un papel
fundamental las experiencias previas en la construcción del significado, ya que
este no se encuentra en el texto, sino
en la mente del autor y del lector. En la lectura interactúa el pensamiento y
el lenguaje, la información no visual que posee el lector con la información
visual que proporciona el texto. En ese proceso de interacción el lector
construye el sentido del texto.
De acuerdo con lo
anterior el texto es un sistema abierto y por lo tanto, la variación en la
interpretación es la respuesta esperada. Es decir que la lectura es la
interpretación del mensaje escrito a partir de la información que proporciona el texto, de sus características
y los conocimientos del lector.
Dubois (1996) y
Pipkin (1998) coinciden al indicar que en la lectura se produce una
interacción entre el texto y el lector,
por medio de las experiencias previas, lo cual permite construir los
significados.
María Eugenia
Dubois psicóloga Argentina, radicada en Mérida Venezuela, es autora de
numerosas publicaciones sobre el tema de la lectura y la escritura: en uno de
sus temas “Educar en la lengua escrita, educar por la lengua escrita”. En esta conferencia hace notar que en los últimos
años se han escrito tantas páginas sobre
la lectura y la escritura que a veces es necesario preguntarnos se será posible
agregar algo más… sin embargo reconoce estos aportes como inagotables, en dos
aspectos: en primer lugar porque nuevas investigaciones, nos revelan a menudo facetas insospechadas; y de otra parte
porque aun los aspectos ya analizados
pueden provocar nuevas consideraciones cuando insistimos sobre ellos.
Dubois: alude: “Los educadores, en todo tiempo y lugar, nos hemos
preocupado por encontrar la mejor forma de enseñar a leer y escribir. En el
camino hemos encontrado diferentes respuestas que satisfacen a unos y a otros
les da descontento.
A través de observarme a mí misma y a muchos otros docentes, he llegado a
la conclusión de que estamos más dedicados a enseñar que a educar, que estamos
perdiendo nuestra identificación porque estamos limitando nuestra misión.
Educar en la lectura es hacer de ella ese objeto “deseante”, para ello es
necesario que los estudiantes puedan escoger libremente lo que quieran leer,
por lo menos dentro de un rango de posibilidades. La lectura no se hace gustar
cuando es impuesta. En cuanto a la escritura, cuando le damos la misma libertad requerida para la lectura,
cuando creamos los espacios necesarios para que el estudiante pueda expresar a
través de ella sus vivencias, sus ideas, sus sentimientos, sus opiniones,
cuando le brindamos tiempo para la reflexión, la revisión, la discusión de los
significados que quiere transmitir, cuando lo alentamos a entrar en sus propios
escritos para aprender de ellos. A través de todas las áreas
sin excepción se puede educar en este proceso”.
2.2 CONSECUENCIAS DE
LA FALTA DE LECTURA
Adriana Marín* tiene 15 años y la lectura no es su pasatiempo favorito.
Ella prefiere pasar su tiempo libre frente al televisor, pasando videojuegos o
escuchando música. “La lectura es igual a
estudiar para mí. Desde que tengo memoria los libros siempre han sido para
estudiar. Que me digan que es para entretenerme no tiene sentido". Aunque asegura que cada vez que le ha tocado
leer un texto literario le ha parecido interesante, siempre pierde el interés
cuando le toca hacer un informe.
"Siempre que me ha tocado leer algo distinto a los textos de
historia, matemáticas o ciencias, los profesores dejan muchas tareas. Los
informes por capítulos son lo más cansón y así no me entretengo cuando leo.
Siento que se convierte en una carga". Adriana aún no ha leído joyas de la
literatura universal como 'Don Quijote de la mancha', 'Cien años de soledad' o
'El principito', y cree que no vale la pena hacerlo. "En esos casos es mejor ver una
película, ya hay películas de todos esos libros importantes. No es necesario
sentarse a leer las quinientas páginas que contiene". Este panorama es el más común en las nuevas
generaciones. Y es que aunque la lectura
transporte a las personas a mundos insospechados en los que prima la
imaginación y en los que para ponerlo en términos de Adriana, uno es el
director de su propia película, ya es mínimo el público para esta clase de
función. Al parecer, las grandes
joyas de la literatura universal y los nuevos textos de escritores sólo
sobrevivirán en la memoria de aquellos que aún creen que la lectura es un
pasatiempo que vale la pena.
La falta de hábitos de
lectura tiene repercusiones que van más allá del abandono de textos literarios.
La mala ortografía, la falta de cultura, el déficit en la capacidad de crear
argumentos para defender posiciones y la evidente pérdida de habilidades
comunicativas, son las principales consecuencias de no leer regularmente.
El docente de la facultad
de Comunicación Social - Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana de
Bucaramanga, Jaime Pallares, señala que "la falta de hábitos de lectura en
las nuevas generaciones se ha convertido en una voz generalizada. Es muy
preocupante ver que los jóvenes no disfrutan de las obras literarias y que por
el contrario las asocian a prácticas sosas y aburridoras". Esta generación según el profesor,
"aprendió a leer textos audiovisuales, los textos escritos perdieron total
validez para ellos, y se convirtieron en la materialización de una práctica que
desde su perspectiva no les ofrece nada", aseguró. Las consecuencias de esta visión no se han
hecho esperar. Varios docentes coinciden en que es común ver estudiantes que no
saben cómo expresar una idea sin utilizar muletillas. Tal es el caso de Jaqueline Estévez Lizarazo,
Comunicadora Social Periodista de la UNAB y candidata a PhD en Ciencias de la
Comunicación y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, quien
asegura que esta generación presenta un panorama muy triste. "Es difícil encontrar un joven que sea
elocuente y coherente a la hora de expresarse y es aún más difícil encontrar
uno que tenga buena ortografía". Y
agrega, "aunque dicen que leen, sólo leen bobadas en internet, no buscan
conocimiento y se acostumbraron a encontrar todo en páginas que no les exigen
ni el más mínimo análisis. Si a eso le sumamos la falta de cultura general que
poseen, el panorama es bastante desalentador".
En este sentido Ana Roa,
directora de la Biblioteca Nacional y del Plan Nacional de Lectura que
lidera el Ministerio de Cultura, sostiene que es necesario venderles la idea de
leer a los jóvenes pero desde otro ángulo.
"Las plataformas digitales son una salida, ahora existen propuestas
multimedia que hacen de leer una actividad interactiva. Es necesario llegarles
a las nuevas generaciones con alternativas diferentes que los encaminen en la
lectura". Sin embargo, Roa explica
que no hay que confundirse con la lectura en internet. "Uno se imagina que la lectura en
internet reemplaza la lectura en libros impresos. Sin embargo, hay una distinción
porque la herramienta digital se utiliza en procesos de búsqueda generalizada
mientras que la lectura como ejercicio le apunta a la profundización, crítica y
asimilación de textos. Lo que hay que mirar es la manera de conjugar las dos y
apuntar en esa dirección", explica.
La lectura es reconocida a nivel
mundial como un elemento fundamental y estratégico en el desarrollo de las
naciones y en el bienestar de los ciudadanos.
¿Cómo
está Colombia en el campo de la lectura? La directora de la Biblioteca
Nacional, Ana Roa, sostiene que el país tiene un gran reto por delante si desea
mejorar los hábitos de lectura en su población.
"Es mucho lo que el país aún tiene que hacer para recuperar los
grandes rezagos que hay en la generación de hábitos de lectura, aunque el Plan
Nacional de Lectura y Bibliotecas ha llegado a casi todo el país y ha jugado
una labor muy importante en los 10 años que lleva funcionando, falta mucho
camino por recorrer". No obstante,
la funcionaria asegura que aunque los esfuerzos existen no se pueden esperar
resultados en corto tiempo. En el país
además se está desarrollando un plan nacional que busca articular las
directrices de las instituciones educativas con las de las bibliotecas
públicas, para que trabajen de la mano en la creación de hábitos de lectura en
las nuevas generaciones. Sin embargo,
para que esto sea una realidad es necesario que el Estado disponga recursos que
hasta el momento no han sido designados y se unan los esfuerzos tanto de
mandatarios locales como regionales.
"Es necesario que
también se formen bibliotecarios, se invierta en las bibliotecas que ya están
creadas y que se emprenda una labor conjunta en todos los sectores de la
sociedad", concluyó Roa.
2.3
FACTORES QUE AFECTAN EL DESARROLLO LA LECTOESCRITURA
Los niños ingresan a la escuela con
diferentes niveles de habilidades, y estas diferencias iniciales con frecuencia
afectan su posterior lenguaje, desarrollo cognitivo, lectoescritura, y logros
académicos. Por ejemplo, los niños y
niñas que muestran retrasos al comienzo de su etapa escolar, tienen un riesgo
considerable de presentar dificultades académicas y también tienen mayor
probabilidad de repetir cursos, ser ubicados en educación especial, y de no
completar su educación secundaria.
Estos retrasos son especialmente
evidentes en niños que viven en hogares socioeconómicamente desfavorecidos. Los
niños provenientes de ambientes de bajos ingresos son superados por sus
compañeros de habilidades de lenguaje desde muy temprano, y se ha visto que el
desarrollo de su vocabulario es hasta cuatro veces más lento que el de sus
compañeros provenientes de ambientes económicamente más aventajados. Un vocabulario menor, tanto receptivo como
productivo, a su vez, predice dificultades de lectura y ortografía en la
escuela.
Las madres con menos años de educación,
leen con menor frecuencia a sus hijos y demuestran tener un lenguaje menos
sofisticado y menores habilidades de lectoescritura, lo que afecta la cantidad
de calidad de las interacciones verbales de las madres con sus hijos.
A la luz de la
evidencia de que los niños provenientes de ambientes de bajos ingresos y de
minorías tienen mayor probabilidad de exhibir
retrasos en el lenguaje y aprendizaje al momento de ingresar a la escuela, se
necesitan trabajos adicionales para comprender por qué existen estas
diferencias, y cuál es la mejor forma de apoyar a los padres para que puedan brindar un hogar con un ambiente
positivo para los niños.
2.3.1 La lectura: un problema demasiado recurrente.
Sea
cual sea el país de habla hispana en que se haga una reflexión relativa a los
índices de lectura, la sensación que queda es que siempre estamos muy mal. Tanto los índices de compra de libros, como
los de préstamos bibliotecarios, los de lectura y los de comprensión lectora,
reflejan siempre que estamos en un grave problema que no se ha logrado
solucionar.
Un
error bastante común y reiterado en nuestra educación es creer que la lectura
sólo se adquiere en los primeros niveles de escolaridad. Un maestro recuerdo que en la formación
docente, como profesor de Lenguaje, jamás se abordó este tema y salvo algunos
contenidos de la cátedra “Desarrollo del Niño y del Adolescente” y a propósito
de los estadios de desarrollo propuestos por Piaget, se nos hicieron algunos
ejemplos que, a la luz, de algunos años de experiencia, me han revelado un
error fundamental de enfoque: Todavía hay muchos docentes que piensan que la
lectura se aprende en los primeros años de escolaridad y luego había que ejercitar las lecturas
silenciosa y oral. Con este enfoque solo hemos conseguido eximir a los docentes
de cursos superiores de esta tarea y que ellos repitan, a modo de argumento por
las fallas escolares, que “los niños no vienen bien preparados” y suelen
derivarlos a otros especialistas, sin involucrarse en la adquisición y
aprendizaje de una lectura adecuada. De
más está señalar que en las familias, los padres y apoderados ni siquiera
cuestionan esta situación asumiendo que la adquisición de la lectura es sólo
responsabilidad de los docentes de los niveles preescolar y primer ciclo
básico.
Un
segundo error generalizado, es suponer que sólo los docentes de Lenguaje son
responsables de mejorar los índices de lectura. Esto, aunque no sea reconocido
por los colegios y a menudo se diga que no es así y que sí se involucra a todo
el cuerpo docente, suele ser letra muerta, buenas intenciones, pero no práctica
real. Todos hemos visto las palabras Matemática, Música, Científico o
Histórico, sin las tildes en más de un pizarrón de nuestros colegas. Todos
sabemos que, salvo en idiomas, es difícil que haya demasiada comprensión
lectora en algunas asignaturas.
Además
la falta de hábitos, de parte de los estudiantes y sus familias, para acceder a
lecturas gratuitas a través de las bibliotecas públicas y escolares. La cultura
audiovisual imperante, no obstante tener y requerir índices de lectura
superiores, hace preferir aquellos “objetos culturales” donde la lectura es
mínima o inexistente. Si hubiera cinetecas públicas, donde en vez de alquilar
se presten gratuitamente las películas, estarían llenas siempre. No ocurre eso
con las bibliotecas.
Los
colegios pueden hacer esfuerzos con las bibliotecas de aula, pero a menudo los
materiales son escasos y no siempre bien conservados. Si pensamos que la lectura es fundamental en
el mundo actual, porque hay que insistir en la idea de que nuestras
generaciones de estudiantes requerirán una permanente educación formal a través
de toda su vida, tenemos que mantener permanente énfasis en ella.
Moisés
Melo, presidente de la Cámara Colombiana de Libro manifestó que la lectura en
el país ha aumentado, aunque a nivel internacional Colombia continúa por debajo
de Argentina, México, Brasil y Chile.
Según
la encuesta entregada por el DANE solamente 13 millones de colombianos leen un
libro al año y de estos la mayor participación en lectura la tienen los jóvenes
entre 12 y 25 años que se encuentran en colegios e instituciones de educación
superior.
Melo
aseguró que según un estudio norteamericano, las personas que leen por placer:
"tienen mejores oportunidades en la vida, ganan más, tienen mejores
resultados académicos, tienen posibilidad de una carrera más próspera, por el
contrario, la gente que no lee por placer tiene mucho más riesgo de no terminar
sus estudios y segundo de ir a la
cárcel".
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