5. ANALISIS
DE LOS RESULTADOS: “LAS VOCES DETRÁS DE LAS
EXPERIENCIA”
Definitivamente son
las personas que se encuentran detrás de los procesos, quienes le dan sentido a
las experiencias tanto de vida, como investigativas, en este camino en busca de
estrategias para la enseñanza de la lectoescritura en el grado tercero aparecen
los rostros de quienes mejor expresan la vivencia dentro de éste proceso de
indagación.
Los profesores y las
profesoras, los niños y las niñas del Instituto Técnico Industrial San Juan
Bosco, han permitido entender las circunstancias que muchos otros y otras viven
dentro del sistema educativo colombiano, realidades a partir de sus vivencias
que es necesario rescatar y mostrar con el fin de ubicar cada vez de manera más
clara el significado de cada una de las asignaturas en el plan de estudio y de
manera especial el lugar privilegiado que debe ocupar la Lengua Castellana.
A continuación
aparecerán las voces de quienes participaron en esta indagación, mostrando un
camino de reflexión y de análisis dentro de la actual cultura educativa, no
siempre asertiva en cuanto a los procesos de desarrollo de los niños y las
niñas, dicho análisis es producto de la inquietud planteada inicialmente en la
formulación del problema de investigación que ha permitido entrar en la vida
del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco y entender de alguna manera la práctica
educativa que allí se adelanta. Busca motivar cada vez más el interés por
adelantar procesos que realmente apunten al desarrollo integral y humano de
tantas generaciones que día a día ingresas al actual sistema escolar.
5.1 LAS VOCES DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS DEL
INSTITUTO TÉCNICO INDUSTRIAL SAN JUAN BOSCO GRADO TERCERO DE EDUCACIÓN
BÁSICA PRIMARIA.
La
Básica primaria debe ser por excelencia el momento de la fantasía, el lugar en
el que se privilegia el desarrollo de los niños y las niñas de éste país
dotándolos de las herramientas que necesitan para crecer protegidos, sanos y
como sujetos de derechos. En el caso del Instituto Técnico Industrial San Juan
Bosco a partir de la indagación adelantada a los
niños de grado tercero se ubicaron algunas categorías que favorecen la
comprensión de lo que allí pasa al respecto de la lecto-escritura.
5.1.1 metodología de la clase. Activa
– Participativa
Aprender
haciendo, disfrutando, descubriendo, produciendo, socializando y
evaluando.
Aprender haciendo: Tomado
desde uno de los pilares propuestos por la UNESCO. En el hacer, en la práctica,
el estudiante encuentra posibilidades concretas de aprendizaje significativo.
Aprender disfrutando: En el
hacer se encuentra el placer.
Aprender socializando: El
compartir experiencias, logros y dificultades, hace rico todo proceso adelantado
por el ser humano.
Aprender produciendo: El
producto del trabajo intelectual y práctico es de alto nivel gratificante para
los implicados, generando motivación al avance.
Aprender evaluando: El
mirar en términos de logros y aciertos el trabajo adelantado brinda la real
posibilidad de avanzar en los procesos, generar alternativas de solución y
mecanismos de superación personal y colectiva.
5.1.2 Aportes de la lengua castellana en el desarrollo
de enseñanza aprendizaje en la lecto escritura.
La lecto-escritura es un
proceso eminentemente individual, es entrar en contacto con la comprensión del
todo simbolizado en el texto y exige un esfuerzo de la familia, la escuela y el ambiente
sociocultural donde el individuo se
desenvuelve. Aquí juegan un papel muy importante los medios informativos,
las bibliotecas, los clubes de lectura, las casas
editoriales y el profesional de la docencia, quien
debe proponer la búsqueda de métodos y estrategias para la enseñanza de la lengua, a la
vez que debe reflexionar constante y creativamente sobre el lenguaje y la
importancia de éste para el desarrollo del ser humano y la sociedad.
De allí
la importancia de este estudio, por cuanto permitirá a través de la propuesta
basada en la teoría constructivista, desarrollar una estrategia
programática que contribuya a optimizar el rendimiento escolar de los
educandos, específicamente en el área de la
lecto-escritura. De esta forma, el docente podrá utilizar una variedad de
estrategias metodológicas innovadoras del proceso de enseñanza de la lecto-escritura,
que lo transforma en un ente activo y facilitador del aprendizaje, bajo la
concepción centrada en el alumno como eje primordial del proceso.
5.2 REFLEJO DEL QUEHACER DE LOS DOCENTES DEL
INSTITUTO TÉCNICO INDUSTRIAL SAN JUAN BOSCO
Los
docentes del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco son docentes
entregados a su quehacer educativo, se trata de estar a la par con los avances
tecnológicos que llegan al municipio, se utilizan estrategias metodológicas
variadas, se maneja un nivel de educación alto, el colegio ocupó el primer
lugar a nivel provincia, aunque se cree que se debe mejorar en muchos aspectos
ya que el nivel educativo a nivel nacional es bajo hay mucho que mejorar.
5.2.1
Formación en valores
El Instituto Técnico
Industrial San Juan Bosco es un colegio que se trabaja con los valores
salesianos: VALORES QUE INSPIRAN,
GUÍAN Y ORIENTAN NUESTRA CONVIVENCIA
La vida de cada persona y de la
comunidad se construye y se realiza con base en unos valores que le dan
identidad y sentido, expresados en las actitudes y relaciones interpersonales
cotidianas. Un
valor es aquello que consideramos tan bueno, bello y verdadero a nivel personal
y social, tan importante y significativo en la vida, que se convierte en el
ideal al cual aspira cada persona y la comunidad. Los valores se convierten en
una opción de vida, en norma de comportamiento cotidiano, son los principios y
la base de la autonomía y sirven de punto de referencia de los propios juicios
y conductas.
El presente Manual
gira en torno a 10 valores que, con fundamento evangélico, constituyen los
pilares y puntos de referencia de nuestra convivencia como Comunidad
Educativa-Pastoral Salesiana. Pretende
ser el manual que esté a diario en nuestras manos, en nuestro actuar, como
guía, directriz, como espíritu de la vida de nuestra Comunidad Educativa, para
que sea un principio vital que trasciende los derechos, los deberes, las
normas, las prohibiciones. Debe ser un signo fundamental de nuestro sentido de
pertenencia y de la participación comunitaria.
Estos son nuestros valores:
SEGUIMIENTO A JESÚS DE NAZARET.(MT. 4, 18-22). Esta es la razón de ser y el fin de la
educación salesiana, nuestro horizonte pedagógico permanente. Las
Constituciones Salesianas definen el fin de nuestra labor educativo-pastoral:
“Nuestra Misión participa de la
misión de la Iglesia, que realiza el plan salvífico de Dios, la venida de su
reino, llevando a los seres humanos el mensaje del evangelio en íntima unión
con el desarrollo temporal. Educamos y evangelizamos siguiendo un proyecto de
promoción integral del ser humano, orientado a Cristo, hombre perfecto. Fieles
a la idea de Don Bosco nuestro objetivo es la formación de honrados ciudadanos
y buenos cristianos” (SDB, Const. 31).
El objetivo supremo de la
educación salesiana es la formación y el desarrollo integral de la persona cuyo
modelo y meta es el Cristo del Evangelio, rostro humano de Dios y rostro divino
del hombre (Rm. 8,28-30). Así plantea San Juan Bosco el ideal pedagógico
salesiano: “El modelo que todo cristiano debe imitar es Jesucristo. Ninguno
debe vanagloriarse de pertenecer a Jesucristo si no se propone imitarlo. Por
eso en la vida y en las acciones del cristiano se deben encontrar la vida y las
acciones de Jesucristo mismo” (Opúsculo “La llave del paraíso). La vocación de cada uno de quienes hacemos
parte de la Comunidad Educativa es llegar a configurarnos con Cristo, ser otro
Cristo, ser signos y portadores del Amor de Dios. Este es nuestro ideal
educativo, éste es el sentido último de nuestro proyecto pedagógico y del
presente Manual de Convivencia Escolar.
IDENTIDAD SALESIANA Y SENTIDO DE PERTENENCIA (Mt. 5,13-16).
Vivo la identidad salesiana y demuestro mi sentido de pertenencia al
colegio salesiano “Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco”, cuando:
- Interiorizo
y practico los valores que definen el ser salesiano y que están expresados
en el Manual de Convivencia.
- Quiero
a mi colegio como a mi propio hogar, valorando a todas las personas que
conforman la Comunidad Educativa.
- Aprecio
y cuido con esmero a mi colegio por su historia, por su filosofía, por la
integración de sus Sedes.
- Asumo
como norma de vida los tres pilares de la pedagogía salesiana:
LA RAZÓN:
·
Actúo
por convicción y a conciencia y no por coacción
·
Tengo
capacidad de escucha y diálogo
·
Asumo
una actitud crítica frente a la realidad: manifiesto capacidad de interpretación,
argumentación y proposición de alternativas para mejorar.
LA RELIGIÓN:
·
Cultivo
la dimensión trascendente de la vida.
·
Tengo
siempre como meta suprema de mi formación salesiana llegar a ser un convencido
seguidor de Jesucristo, comprometido en la construcción de su proyecto
salvador, ciudadano honesto, conciente, competente, auténtico servidor
de la fe en el mundo de
la actividad humana, promotor de la justicia y constructor de la paz.
·
Participó
activamente en las celebraciones de la fe cristiana en la familia, en el
colegio y en la parroquia.
·
Ilumino
y profundizo el sentido de mi propia vida a la luz de la Palabra de Dios y con
el apoyo de la Comunidad Educativa.
EL AMOR
- San Juan Bosco nos dejó como herencia la
“Pedagogía del Amor”; por eso mis relaciones deben estar inspiradas en el
encuentro y la bondad; cultivo el espíritu de familia caracterizado por la
confianza, la espontaneidad y el respeto, reconociendo a las demás
personas como hermanos, amigos y compañeros en el camino educativo.
- Aprecio mi colegio, participó activamente en mi
vida, demuestro con orgullo el ser educando salesiano y llevo con dignidad
los signos que me identifican y por los cuales me deben reconocer.
- Vivo diariamente la sana alegría, la dedicación
al estudio, el amor a Jesucristo y a María Auxiliadora.
EL
RESPETO (Flp.
2,1-5) En la Comunidad Educativa del
ITIS vivo y promuevo el valor del respeto cuando:
- Reconozco la dignidad de cada persona como hijo
de Dios, hermano en Cristo, y actúo en consecuencia.
- Amo, defiendo y promuevo la vida humana y
planetaria, como don de Dios y responsabilidad personal, como fundamento
de todos los demás valores.
- Conozco, interiorizo y promuevo los derechos y
deberes humanos, la tolerancia, la convivencia y la responsabilidad.
- Me valoro a mí mismo por lo que soy
(Autoestima) y no por lo que pueda tener, desarrollando mis cualidades y
capacidades en actitud de servicio, valorando a los demás como me valoro a
mí mismo, demostrándoles estimación y afecto.
- Respeto y valoro la opinión de los demás, sus
diferentes maneras de pensar y de actuar, no impongo mis puntos de vista.
- Acepto a los demás reconociendo mis cualidades
y debilidades y las de los demás, como camino de crecimiento personal y
comunitario, superando la discriminación.
- Tomo conciencia de la situación del país y de
las consecuencias personales y sociales que han traído la violencia y la
intolerancia, con el fin de cambiar mis actitudes y costumbres agresivas e
intolerantes.
- Trato bien a quienes me rodean en mi hogar, en
mi familia, en el municipio, en mi colegio; evito la agresión física y
verbal, teniendo siempre presente la enseñanza evangélica: “No hagas a los
demás lo que no quieras que te hagan” ó “Trata a los demás como quisieras
que te traten”.
- Aprendo a escuchar al otro, buscando comprender
su parecer y haciendo del diálogo el camino para la solución de
conflictos.
- Practico la urbanidad.
- Mantengo una correcta presentación y aseo
personal para sentirme bien conmigo mismo y agradable a los demás.
- Acepto la corrección fraterna, el perdón y la
reconciliación como camino para fortalecer la sana convivencia.
LA
AUTONOMÍA CON RESPONSABILIDAD (1 Tm.
4,12-16). En mi Comunidad Educativa me
comprometo a vivir el valor de la autonomía con responsabilidad cuando:
·
Participó
activamente de la vida de la Comunidad Educativa
·
Cumplo
con mis actividades de clase y tareas formativas realizadas con calidad, amor y
alegría, haciendo las cosas por gusto y no por obligación, esforzándome por
superar constantemente mi nivel académico, técnico y de comportamiento dentro
del curso.
·
Asumo
conciencia del esfuerzo que hacen mis padres para apoyarme en una educación de
calidad como la que me ofrece el Colegio Salesiano “Instituto Técnico
Industrial San Juan Bosco” y les respondo con gratitud demostrando mi
excelencia académica, técnica y formativa.
·
Doy
importancia y significado al estudio para mi ejercicio profesional al servicio
competente del desarrollo social y tecnológico del país.
·
Me comprometo a formarme " Honesto Ciudadano
y Buen Cristiano", objetivo alcanzable en la medida en que cumplo y
actualizo en todo momento y circunstancia las palabras de Santo Domingo
Savio: "Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre
alegres" y en el exacto cumplimiento de nuestros deberes
asumidos por convicción.
·
Organizo
mi tiempo, adquiero hábitos de estudio, combato la pereza, la pasividad y el
conformismo, no dejando para mañana lo que pueda hacer hoy.
·
Formo
mi personalidad sobre sólidos principios y firmes valores éticos, teniendo
conciencia de mis actos, tomando decisiones maduras y autónomas, ejerciendo el
autocontrol sobre mi libertad y sin dejarme llevar por la última moda. Todo lo
que es de moda, pasa de moda.
·
Cuido
con responsabilidad el medio ambiente como espacio vital, conservo y fomento el
orden y el aseo en mi colegio, en mi hogar, en el municipio.
LA SOLIDARIDAD, LA JUSTICIA Y LA EQUIDAD. (1 Co.
12,12-13.25-26). Vivo en la Comunidad
Educativa el valor de la solidaridad cuando:
·
Ayudo
y apoyo a los demás, me dejo apoyar y ayudar de los demás, dejando de lado todo
egoísmo, rivalidad, envidia y codicia.
·
Coopero
en la integración y desarrollo de mi familia.
·
Hago
los trabajos en grupo que me permiten compartir y socializar conocimientos y
actividades.
·
Estoy
atento a los acontecimientos del municipio, del departamento, de Colombia, del
mundo y del universo, conociendo y sensibilizándome ante la realidad de la
difícil situación y el sufrimiento que vive nuestro pueblo.
·
Aporto
ideas que ayuden a cambiar para mejorar la situación del medio en que vivimos.
·
Ayudo
y colaboro con la promoción humana integral de las personas más necesitadas:
enfermos, niños y jóvenes más pobres, ancianos, desplazados, damnificados,
discapacitados, mediante mi trabajo en programas comunitarios de cooperación y
apoyo.
·
Me
pongo en la situación del otro y trato de entenderlo y ayudarlo en sus
problemas.
·
Comparto
con los demás cuanto tengo, puedo y soy, especialmente con las personas más
necesitadas.
·
Promuevo
y lidero campañas de solidaridad hacia los grupos de personas más necesitadas.
·
Soy
consiente de que al brindar solidaridad también la recibo y nos enriquecemos
mutuamente.
LA HONESTIDAD (Ef.
5,1-2. 8-17). Vivencio en la Comunidad
Educativa el valor de la honestidad, cuando:
·
Siento,
pienso, decido, hablo y actúo según la verdad. Hablo con franqueza, no miento
ni engaño en la familia, en el colegio,
ante las autoridades recordando el mandamiento de Dios: “No levantar falso
testimonio ni mentir”.
·
Soy
siempre sincero y transparente, de manera tal que los demás puedan confiar en
mí.
·
Respeto
las cosas ajenas dentro y fuera de la Institución Educativa, teniendo presente
el mandato de Dios: “No robar”
·
Soy
honesto y honrado en la presentación de mis trabajos y evaluaciones, no
copiando de los compañeros, ni haciendo trampa.
·
Exijo
siempre la honestidad, denuncio la
mentira y el engaño y presento propuestas de cambio para mejorar.
·
Me
voy formando una personalidad autónoma: siendo siempre lo que soy y no tratando
de aparentar lo que no soy: acabar con la hipocresía.
·
Reconozco
los errores si me equivoco, con el propósito y la voluntad de corregir las
fallas para mejorar.
LA AMISTAD Y EL COMPAÑERISMO (Si 6,
5-8. 14-17). Vivencio el valor de la
amistad y el compañerismo cuando:
·
Me
doy a conocer más y mejor ante mis educadores (padres de familia, profesores,
directivos y administrativos) y ante mis compañeros.
·
Nos
apoyamos en las buenas y en las malas, tanto en las circunstancias de mayores
éxitos y satisfacciones, como también y principalmente en los momentos difíciles
y problemáticos.
·
Manifiesto
actitud de apertura y confianza hacia los demás evitando en la Comunidad
Educativa los grupos cerrados.
·
Soy
sociable, generoso, respetuoso, cariñoso y amable con todos. Valoro a mis
educadores, a mis amigos y compañeros.
·
Promuevo
y participo en actividades de integración por medio de las convivencias, el
trabajo en grupo y fomento el asociacionismo.
·
Acudo
al diálogo, a la reconciliación y al perdón como medios fundamentales para la
solución de conflictos con mis compañeros y educadores.
EL
AMOR (Jn
13,34-35. 1 Jn 3,16) Vivo en mi Comunidad Educativa el valor del
amor cuando:
·
Amo
a Dios con todo el corazón y con toda el alma, agradeciéndole el don de la vida
que me ha participado y el haberme hecho hijo(a) suyo.
·
Quiero
y respeto a las demás personas como a mí mismo, desarrollo todas las cualidades
con que Dios me ha enriquecido y aprovecho todas las oportunidades que a diario me ofrece.
·
Cumplo
mis deberes por amor y convicción y no por obligación de manera que así todo me
saldrá mejor.
·
Quiero
a mi familia, agradezco todo lo que ella hace por mí y la ayudo en todo lo que
esté a mi alcance.
·
Soy
agradecido con cuantos me ayudan en mi crecimiento como persona.
·
Valoro
todo lo que me rodea, conciente de que el medio ambiente es nuestra propia
casa, parte importante y garantía de nuestra propia vida, y que por lo mismo,
debo admirarlo y cuidarlo con esmero.
·
Aprecio
y quiero a mi colegio y a cuantos forman parte de él, cuidándolo con esmero y
cariño.
·
Practico
la solidaridad, especialmente con las personas más necesitadas, como expresión
más rica de la caridad cristiana.
·
Aprendo
a perdonar, a pedir perdón, a reconciliarme, a reconocer mis errores y a tener
la voluntad de corregirme.
LA PAZ (Is 32,
15-18). Promuevo la paz entre nosotros,
cuando:
·
Respeto
la vida y los derechos de cada persona y ayudo a mejorar las relaciones
comunitarias
·
Participó
activamente en iniciativas que promuevan la paz y la justicia social en nuestro
municipio, departamento y en el país: el fruto de la justicia social es la paz.
·
No
genero conflictos dentro o fuera de la Institución Educativa y en el caso de
que se presenten, busco soluciones mediante el diálogo sincero y la
concertación.
·
Demuestro
solidaridad con las personas que son víctimas de la violencia y la injusticia.
·
No
agredo ni en forma verbal, ni física ni
psíquica a las demás personas.
·
Fomento
la reconciliación y el perdón.
LA COMUNICACIÓN Y EL DIÁLOGO (Hch 2,1-6. 14-18). Promuevo la comunicación y el diálogo en la
Comunidad Educativa, cuando:
·
Propicio
un mayor acercamiento entre educandos y profesores, entre hijos, padres y madres de familia.
·
Fomento
el reconocimiento y valoración mutua de la familia religiosa salesiana,
profesores, educandos, padres y madres de familia, y administrativos.
·
Construyo
y fortalezco espacios de participación para el diálogo, la argumentación y las
propuestas que promuevan soluciones a los problemas.
·
Fomento
el trabajo en grupo y el cooperativo que propicie la integración y la comunión
de objetivos institucionales.
·
Aprendo
a escuchar y fomento el diálogo entre
los diferentes estamentos de la comunidad educativa: si hay diálogo hay buena
convivencia.
·
Me
comprometo a crear un clima de confianza que favorezca la comunicación.
·
Me
educo y educo para tener una actitud crítica frente a los medios masivos de
información y propicio una comunicación alternativa.
5.2.2 Dificultades en la enseñanza.
Bárbara Duque Sales dice:
Es obvio la gran dificultad que se les presenta a los maestros/as de la escuela
primaria, cuando acogen en su clase a un niño con “dificultades de
aprendizaje”. Nombro esto último entre comillas, pues a lo largo del artículo
iré matizando, en un caso concreto, si realmente estas dificultades son de
enseñanza o de aprendizaje. Ambas cosas están juntas, es difícil decir cuál de
las dos tiene más peso. Yo, simplemente,
me limitaré a exponer mi caso para ponerlo en conocimiento de los profesionales
de la docencia y, espero que cada cual se identifique con algunas de las partes
que siempre pueden mejorar.
Algunas veces, atribuimos
problemas de aprendizaje a niños que, a mi juicio, no los tienen. Aun
existiendo un problema físico o algún trastorno del desarrollo pueden seguir
existiendo dificultades de enseñanza y no de aprendizaje, pues puede ocurrir
que la enseñanza, no se adapte a las exigencias de cada niño. En el caso que
nos ocupa, la maestra se limita a “etiquetar” a un niño como sujeto con
problemas de aprendizaje, sin preocuparse en conocer cuál puede ser el
“problema”.
Me fijaré ahora en un
caso que encontré cuando estudiaba tercero de magisterio y llegó a mis oídos la
posibilidad de “dar una clase particular”. Se trataba de un niño de siete años
que cursaba segundo de primaria en un colegio concertado en la provincia de
Córdoba. Enseguida comencé mis clases particulares. El primer mes tuve un balance relativamente positivo. El niño,
ciertamente, apenas sabía leer ni escribir, pero habíamos conectado bien. Pero
al mes siguiente, el niño mostraba cierto agotamiento, aburrimiento, nunca
quería dar clases... e incluso noté que los pequeños avances conseguidos hasta
entonces iban poco a poco retrocediendo. Enseguida me culpé de todo eso,
pensaba que realmente no tenía la preparación suficiente, el tema me
desbordaba, tenía que enseñar a un niño
de siete años a leer y a escribir pero a un ritmo acelerado porque según la
madre, había que igualarlo cuanto antes al nivel de sus compañeros.
Tras varias reuniones con
la madre, me informó de algunas cosas que me parecían muy importantes a tener
en cuenta: hasta ahora, había vivido en Sevilla, allí asistía a un colegio en
el que no necesitaba más aportaciones educativas que el resto de sus compañeros;
sin embargo, al llegar a Córdoba le pusieron además de las clases ordinarias,
las de apoyo y particulares. Por todo esto, la madre sospechó que quizás en el
colegio de Sevilla podría haber un nivel más bajo. Enseguida, el peso que tenía
se rebajó un poco. Ya había más factores que, podían explicar ese “problema de
aprendizaje” y agotamiento del niño.
El niño iba avanzando muy
lento, pero al menos no permanecía estancado. Los libros que la maestra había
mandado, le aburrían tremendamente, incluso había páginas que se sabía de
memoria. Entonces, lo cambiamos por un libro de literatura infantil y pasó
algo: él se sentía más motivado y por lo tanto avanzaba más.
Yo poco a poco, iba
preguntándole cosas de su vida en Sevilla y en Córdoba. Claramente, era más feliz allí que aquí.
Entonces, comencé a ver las cosas diferentes, no me parecía que el problema
estuviese en la cabeza del niño. A partir de algunas entrevistas con la
maestra, saque datos muy importantes, como que no tenía ningún problema para
comprender las cosas, que ella era la que había diagnosticado y el primer día
de clase, que le hacían falta mayor número de experiencias educativas porque no
tenía asumido los mínimos de primero (sin tener en cuenta que había sufrido un
traslado). Mientras estaba en clase de apoyo, los demás niños avanzaban en
lectura y escritura. La profesora de apoyo no era una profesora de educación
especial, sino una maestra de educación primaria jubilada que prestaba ese
servicio voluntario al centro. La maestra no replanifico ni reestructuró nada.
Tampoco proponía tareas. A pesar de todo esto, el niño se relacionaba
perfectamente con los demás niños, aunque era más infantil que el resto. La
maestra tampoco tuvo en cuenta que el colegio del que procedía, podía tener un
nivel académico más bajo que el suyo.
Lo que más me preocupaba era la respuesta del
niño ante el bombardeo educativo que estaba recibiendo. Yo pensaba que esto,
incrementaba desfavorablemente su actitud, pero al mismo tiempo, si no era así,
siempre iría retrasado de sus compañeros y esto era lo que más preocupaba a su
madre y a su maestra las cuales, eran igualmente conscientes de que el niño era
demasiado pequeño para ese número excesivo de experiencias educativas, pero les
preocupaba más igualarlo a sus compañeros.
A pesar de todo, el niño era consciente de su desfase académico respecto
a sus compañeros y esto le motivaba a seguir adelante con sus clases. Pienso
que para solucionar esto, debería intervenir el/la orientador/a junto con la
maestra, para atender las diferencias individuales del niño. Está claro que las
respuestas educativas no se pueden uniformizar, cada uno necesita una atención
diferente.
¿Qué pasa cuando la
maestra se olvida que la escuela es un universo heterogéneo? Debemos recordar que no todos aprenden de la
misma manera, cada uno aprende a su ritmo y con su nivel. Hay que crear nuevos
contextos que se adapten a las individualidades de cada alumno/a. Por suerte,
cada vez, nos vamos haciendo más sensibles a las diferencias individuales, pero
aún encontramos algunas resistencias como es este caso. Este centro, acoge muy
bien al niño pero no comprenden que careciendo de un tipo de déficit explícito,
presenta ciertos desajustes o mayor lentitud en su proceso escolar. A mi
juicio, debemos velar por la felicidad de los alumnos/as que caigan en nuestras
manos, pues eso es lo que más les va a condicionar en su desarrollo como
personas. En Sevilla era un niño normal, ahora aquí es de los peores de la
clase y tiene que aceptarlo y ver incrementadas sus experiencias educativas.
Todo esto, hacía que tuviese un nivel de autoestima muy bajo, se sentía
minusvalorado. Hay que partir de lo que sabe hacer cada uno, de sus
potencialidades y no de sus dificultades.
Espero haber dejado claro
con la exposición de mi experiencia, que las dificultades que nos encontramos
en la escuela no siempre son de aprendizaje, como hemos visto, el niño aprendía
todo con normalidad y no tenía ningún problema en su aprendizaje, sino que a
veces puede ser que la dificultad sea de enseñanza. La maestra no tuvo en
cuenta que pasó de un centro menos exigente a otro que lo era más, no consulto
con ningún otro profesional, etc. Se limitó a pasar la tarea de refuerzo en
lectura y escritura a la maestra de apoyo y a mí, cuando quizás podía haberle
evitado todo eso, limitándose a prestarle más apoyo en sus clases, no sacándolo
en las horas que sus compañeros daban lectura y escritura y, haciendo un repaso
a principio de curso de todo lo que los demás niños habían visto el año pasado,
pues además de favorecerlo estaría reforzando el aprendizaje de todos los
niños/as de la clase. Hay que cambiar el contexto, favoreciendo no sólo a un
niño, sino a los demás.
5.2.3
Aportes de la lengua castellana
en el proceso de enseñanza aprendizaje de la lecto escritura
El Plan de Estudios de Lenguajes del Instituto Técnico Industrial San
Juan Bosco de Contratación apunta al desarrollo y fortalecimiento de las
habilidades para ser competentes en el hablar, el escuchar, leer y
escribir y manejo de otros lenguajes.
Atendiendo a los pilares mencionados por la UNESCO para el desarrollo
educativo se orienta hacia la apropiación del saber, del hacer y el ser a
través de lo cognitivo, las habilidades, aptitudes y las actitudes,
comportamientos. Desde los lineamientos
del MEN la meta es trabajar dentro del marco de las competencias propuestas:
gramatical, textual, semántica, pragmática, enciclopédica, literaria, poética.
En este orden de ideas se hace referencia a tres campos fundamentales
que propician un mejor desarrollo de las competencias del Lenguaje: la
pedagogía de la lengua castellana, la pedagogía de la literatura y pedagogía de
otros sistemas simbólicos. Abordados desde una perspectiva multidisciplinaria,
colegiada y crítica. De acuerdo con la estructura de los estándares básicos del
conocimiento se propone su desarrollo a partir de los cinco ejes desde los
cuales se pensaron los indicadores de desempeño, y que a su vez sirven como
referente del trabajo curricular. Ellos son: producción textual, comprensión e
interpretación textual, literatura, medios de comunicación y otros sistemas
simbólicos y ética de la comunicación; cada uno con sus respectivos enunciados
identificadores. De allí se desprenden los subprocesos que determinan el
desempeño de los estudiantes.
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