EXPERIENCIAS

5.  ANALISIS  DE  LOS  RESULTADOS: “LAS VOCES DETRÁS DE LAS EXPERIENCIA”
Definitivamente son las personas que se encuentran detrás de los procesos, quienes le dan sentido a las experiencias tanto de vida, como investigativas, en este camino en busca de estrategias para la enseñanza de la lectoescritura en el grado tercero aparecen los rostros de quienes mejor expresan la vivencia dentro de éste proceso de indagación.
Los profesores y las profesoras, los niños y las niñas del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco, han permitido entender las circunstancias que muchos otros y otras viven dentro del sistema educativo colombiano, realidades a partir de sus vivencias que es necesario rescatar y mostrar con el fin de ubicar cada vez de manera más clara el significado de cada una de las asignaturas en el plan de estudio y de manera especial el lugar privilegiado que debe ocupar la Lengua Castellana.
A continuación aparecerán las voces de quienes participaron en esta indagación, mostrando un camino de reflexión y de análisis dentro de la actual cultura educativa, no siempre asertiva en cuanto a los procesos de desarrollo de los niños y las niñas, dicho análisis es producto de la inquietud planteada inicialmente en la formulación del problema de investigación que ha permitido entrar en la vida del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco  y entender de alguna manera la práctica educativa que allí se adelanta. Busca motivar cada vez más el interés por adelantar procesos que realmente apunten al desarrollo integral y humano de tantas generaciones que día a día ingresas al actual sistema escolar.

5.1  LAS VOCES DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS DEL INSTITUTO TÉCNICO INDUSTRIAL SAN JUAN BOSCO GRADO TERCERO DE EDUCACIÓN BÁSICA  PRIMARIA.

La Básica primaria debe ser por excelencia el momento de la fantasía, el lugar en el que se privilegia el desarrollo de los niños y las niñas de éste país dotándolos de las herramientas que necesitan para crecer protegidos, sanos y como sujetos de derechos. En el caso del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco a partir de la indagación adelantada a los niños de grado tercero se ubicaron algunas categorías que favorecen la comprensión de lo que allí pasa al respecto de la lecto-escritura.


5.1.1 metodología de la clase.  Activa – Participativa
Aprender haciendo, disfrutando, descubriendo,  produciendo, socializando y evaluando.
Aprender haciendo: Tomado desde uno de los pilares propuestos por la UNESCO. En el hacer, en la práctica, el estudiante encuentra posibilidades concretas de aprendizaje significativo.
Aprender disfrutando: En el hacer se encuentra el placer.
Aprender socializando: El compartir experiencias, logros y dificultades, hace rico todo proceso adelantado por el ser humano.
Aprender produciendo: El producto del trabajo intelectual y práctico es de alto nivel gratificante para los implicados, generando motivación al avance.
Aprender evaluando: El mirar en términos de logros y aciertos el trabajo adelantado brinda la real posibilidad de avanzar en los procesos, generar alternativas de solución y mecanismos de superación personal y colectiva.

5.1.2 Aportes de la lengua castellana en el desarrollo de enseñanza aprendizaje en la lecto escritura.
            La lecto-escritura es un proceso eminentemente individual, es entrar en contacto con la comprensión del todo simbolizado en el texto y exige un esfuerzo de la familia, la escuela y el ambiente sociocultural donde el individuo se desenvuelve. Aquí juegan un papel muy importante los medios informativos, las bibliotecas, los clubes de lectura, las casas editoriales y el profesional de la docencia, quien debe proponer la búsqueda de métodos y estrategias para la enseñanza de la lengua, a la vez que debe reflexionar constante y creativamente sobre el lenguaje y la importancia de éste para el desarrollo del ser humano y la sociedad.

De allí la importancia de este estudio, por cuanto permitirá a través de la propuesta basada en la teoría constructivista, desarrollar una estrategia programática que contribuya a optimizar el rendimiento escolar de los educandos, específicamente en el área de la lecto-escritura. De esta forma, el docente podrá utilizar una variedad de estrategias metodológicas innovadoras del proceso de enseñanza de la lecto-escritura, que lo transforma en un ente activo y facilitador del aprendizaje, bajo la concepción centrada en el alumno como eje primordial del proceso.

5.2  REFLEJO DEL QUEHACER DE LOS DOCENTES DEL INSTITUTO TÉCNICO INDUSTRIAL SAN JUAN BOSCO
Los docentes del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco son docentes entregados a su quehacer educativo, se trata de estar a la par con los avances tecnológicos que llegan al municipio, se utilizan estrategias metodológicas variadas, se maneja un nivel de educación alto, el colegio ocupó el primer lugar a nivel provincia, aunque se cree que se debe mejorar en muchos aspectos ya que el nivel educativo a nivel nacional es bajo hay mucho que mejorar.

5.2.1  Formación en valores

El Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco es un colegio que se trabaja con los valores salesianos: VALORES QUE INSPIRAN, GUÍAN Y ORIENTAN NUESTRA CONVIVENCIA

El presente Manual gira en torno a 10 valores que, con fundamento evangélico, constituyen los pilares y puntos de referencia de nuestra convivencia como Comunidad Educativa-Pastoral Salesiana.  Pretende ser el manual que esté a diario en nuestras manos, en nuestro actuar, como guía, directriz, como espíritu de la vida de nuestra Comunidad Educativa, para que sea un principio vital que trasciende los derechos, los deberes, las normas, las prohibiciones. Debe ser un signo fundamental de nuestro sentido de pertenencia y de la participación comunitaria.

Estos son nuestros valores:

SEGUIMIENTO  A JESÚS DE NAZARET.(MT. 4, 18-22).  Esta es la razón de ser y el fin de la educación salesiana, nuestro horizonte pedagógico permanente. Las Constituciones Salesianas definen el fin de nuestra labor educativo-pastoral:

“Nuestra Misión participa de la misión de la Iglesia, que realiza el plan salvífico de Dios, la venida de su reino, llevando a los seres humanos el mensaje del evangelio en íntima unión con el desarrollo temporal. Educamos y evangelizamos siguiendo un proyecto de promoción integral del ser humano, orientado a Cristo, hombre perfecto. Fieles a la idea de Don Bosco nuestro objetivo es la formación de honrados ciudadanos y buenos cristianos” (SDB, Const. 31).
El objetivo supremo de la educación salesiana es la formación y el desarrollo integral de la persona cuyo modelo y meta es el Cristo del Evangelio, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre (Rm. 8,28-30). Así plantea San Juan Bosco el ideal pedagógico salesiano: “El modelo que todo cristiano debe imitar es Jesucristo. Ninguno debe vanagloriarse de pertenecer a Jesucristo si no se propone imitarlo. Por eso en la vida y en las acciones del cristiano se deben encontrar la vida y las acciones de Jesucristo mismo” (Opúsculo “La llave del paraíso).  La vocación de cada uno de quienes hacemos parte de la Comunidad Educativa es llegar a configurarnos con Cristo, ser otro Cristo, ser signos y portadores del Amor de Dios. Este es nuestro ideal educativo, éste es el sentido último de nuestro proyecto pedagógico y del presente Manual de Convivencia Escolar.

IDENTIDAD SALESIANA Y SENTIDO DE PERTENENCIA  (Mt. 5,13-16).  Vivo la identidad salesiana y demuestro mi sentido de pertenencia al colegio salesiano “Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco”, cuando:


LA RAZÓN:
·         Actúo por convicción y a conciencia y no por coacción
·         Tengo capacidad de escucha y diálogo
·         Asumo una actitud crítica frente a la realidad: manifiesto capacidad de interpretación, argumentación y proposición de alternativas para mejorar.

LA RELIGIÓN:
·         Cultivo la dimensión trascendente de la vida.
·         Tengo siempre como meta suprema de mi formación salesiana llegar a ser un convencido seguidor de Jesucristo, comprometido en la construcción de su proyecto salvador, ciudadano honesto, conciente, competente,  auténtico servidor de la fe en el mundo de la actividad humana, promotor de la justicia y constructor de la paz.
·         Participó activamente en las celebraciones de la fe cristiana en la familia, en el colegio y en la parroquia.
·         Ilumino y profundizo el sentido de mi propia vida a la luz de la Palabra de Dios y con el apoyo de la Comunidad Educativa.

EL AMOR
  • San Juan Bosco nos dejó como herencia la “Pedagogía del Amor”; por eso mis relaciones deben estar inspiradas en el encuentro y la bondad; cultivo el espíritu de familia caracterizado por la confianza, la espontaneidad y el respeto, reconociendo a las demás personas como hermanos, amigos y compañeros en el camino educativo.
  • Aprecio mi colegio, participó activamente en mi vida, demuestro con orgullo el ser educando salesiano y llevo con dignidad los signos que me identifican y por los cuales me deben reconocer.
  • Vivo diariamente la sana alegría, la dedicación al estudio, el amor a Jesucristo y a María Auxiliadora.

EL RESPETO (Flp. 2,1-5)  En la Comunidad Educativa del ITIS vivo y promuevo el valor del respeto cuando:

  • Reconozco la dignidad de cada persona como hijo de Dios, hermano en Cristo, y actúo en consecuencia.
  • Amo, defiendo y promuevo la vida humana y planetaria, como don de Dios y responsabilidad personal, como fundamento de todos los demás valores.
  • Conozco, interiorizo y promuevo los derechos y deberes humanos, la tolerancia, la convivencia y la responsabilidad.
  • Me valoro a mí mismo por lo que soy (Autoestima) y no por lo que pueda tener, desarrollando mis cualidades y capacidades en actitud de servicio, valorando a los demás como me valoro a mí mismo, demostrándoles estimación y afecto.
  • Respeto y valoro la opinión de los demás, sus diferentes maneras de pensar y de actuar, no  impongo mis puntos de vista.
  • Acepto a los demás reconociendo mis cualidades y debilidades y las de los demás, como camino de crecimiento personal y comunitario, superando la discriminación.
  • Tomo conciencia de la situación del país y de las consecuencias personales y sociales que han traído la violencia y la intolerancia, con el fin de cambiar mis actitudes y costumbres agresivas e intolerantes.
  • Trato bien a quienes me rodean en mi hogar, en mi familia, en el municipio, en mi colegio; evito la agresión física y verbal, teniendo siempre presente la enseñanza evangélica: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan” ó “Trata a los demás como quisieras que te traten”.
  • Aprendo a escuchar al otro, buscando comprender su parecer y haciendo del diálogo el camino para la solución de conflictos.
  • Practico la urbanidad.
  • Mantengo una correcta presentación y aseo personal para sentirme bien conmigo mismo y agradable a los demás.
  • Acepto la corrección fraterna, el perdón y la reconciliación como camino para fortalecer la sana convivencia.

LA AUTONOMÍA CON  RESPONSABILIDAD (1 Tm. 4,12-16).  En mi Comunidad Educativa me comprometo a vivir el valor de la autonomía con responsabilidad cuando:

·         Participó activamente de la vida de la Comunidad Educativa
·         Cumplo con mis actividades de clase y tareas formativas realizadas con calidad, amor y alegría, haciendo las cosas por gusto y no por obligación, esforzándome por superar constantemente mi nivel académico, técnico y de comportamiento dentro del curso.
·         Asumo conciencia del esfuerzo que hacen mis padres para apoyarme en una educación de calidad como la que me ofrece el Colegio Salesiano “Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco” y les respondo con gratitud demostrando mi excelencia académica, técnica y formativa.
·         Doy importancia y significado al estudio para mi ejercicio profesional al servicio competente del desarrollo social y tecnológico del país.
·         Me comprometo a formarme " Honesto Ciudadano y Buen Cristiano", objetivo alcanzable en la medida en que cumplo y actualizo en todo momento y circunstancia las palabras de Santo Domingo Savio: "Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre alegres" y en el exacto cumplimiento de nuestros deberes asumidos por convicción.
·         Organizo mi tiempo, adquiero hábitos de estudio, combato la pereza, la pasividad y el conformismo, no dejando para mañana lo que pueda hacer hoy.
·         Formo mi personalidad sobre sólidos principios y firmes valores éticos, teniendo conciencia de mis actos, tomando decisiones maduras y autónomas, ejerciendo el autocontrol sobre mi libertad y sin dejarme llevar por la última moda. Todo lo que es de moda, pasa de moda.
·         Cuido con responsabilidad el medio ambiente como espacio vital, conservo y fomento el orden y el aseo en mi colegio, en mi hogar, en el municipio.

LA SOLIDARIDAD, LA JUSTICIA Y LA EQUIDAD. (1 Co. 12,12-13.25-26).  Vivo en la Comunidad Educativa el valor de la solidaridad cuando:

·         Ayudo y apoyo a los demás, me dejo apoyar y ayudar de los demás, dejando de lado todo egoísmo, rivalidad, envidia y codicia.
·         Coopero en la integración y desarrollo de mi familia.
·         Hago los trabajos en grupo que me permiten compartir y socializar conocimientos y actividades.
·         Estoy atento a los acontecimientos del municipio, del departamento, de Colombia, del mundo y del universo, conociendo y sensibilizándome ante la realidad de la difícil situación y el sufrimiento que vive nuestro pueblo.
·         Aporto ideas que ayuden a cambiar para mejorar la situación del medio en que vivimos.
·         Ayudo y colaboro con la promoción humana integral de las personas más necesitadas: enfermos, niños y jóvenes más pobres, ancianos, desplazados, damnificados, discapacitados, mediante mi trabajo en programas comunitarios de cooperación y apoyo.
·         Me pongo en la situación del otro y trato de entenderlo y ayudarlo en sus problemas.
·         Comparto con los demás cuanto tengo, puedo y soy, especialmente con las personas más necesitadas.
·         Promuevo y lidero campañas de solidaridad hacia los grupos de personas más necesitadas.
·         Soy consiente de que al brindar solidaridad también la recibo y nos enriquecemos mutuamente.

LA HONESTIDAD   (Ef. 5,1-2. 8-17).  Vivencio en la Comunidad Educativa el valor de la honestidad, cuando:

·         Siento, pienso, decido, hablo y actúo según la verdad. Hablo con franqueza, no miento ni engaño  en la familia, en el colegio, ante las autoridades recordando el mandamiento de Dios: “No levantar falso testimonio  ni mentir”.
·         Soy siempre sincero y transparente, de manera tal que los demás puedan confiar en mí.
·         Respeto las cosas ajenas dentro y fuera de la Institución Educativa, teniendo presente el mandato de Dios: “No robar”
·         Soy honesto y honrado en la presentación de mis trabajos y evaluaciones, no copiando de los compañeros, ni haciendo trampa.
·         Exijo siempre la  honestidad, denuncio la mentira y el engaño y presento propuestas de cambio para mejorar.
·         Me voy formando una personalidad autónoma: siendo siempre lo que soy y no tratando de aparentar lo que no soy: acabar con la hipocresía.
·         Reconozco los errores si me equivoco, con el propósito y la voluntad de corregir las fallas para mejorar.

LA AMISTAD Y EL COMPAÑERISMO  (Si 6, 5-8. 14-17).  Vivencio el valor de la amistad y el compañerismo cuando:

·         Me doy a conocer más y mejor ante mis educadores (padres de familia, profesores, directivos y administrativos) y ante mis compañeros.
·         Nos apoyamos en las buenas y en las malas, tanto en las circunstancias de mayores éxitos y satisfacciones, como también y principalmente en los momentos difíciles y problemáticos.
·         Manifiesto actitud de apertura y confianza hacia los demás evitando en la Comunidad Educativa los grupos cerrados.
·         Soy sociable, generoso, respetuoso, cariñoso y amable con todos. Valoro a mis educadores, a mis amigos y compañeros.
·         Promuevo y participo en actividades de integración por medio de las convivencias, el trabajo en grupo y fomento el asociacionismo.
·         Acudo al diálogo, a la reconciliación y al perdón como medios fundamentales para la solución de conflictos con mis compañeros y educadores.

EL AMOR   (Jn 13,34-35.  1 Jn 3,16)  Vivo en mi Comunidad Educativa el valor del amor cuando:

·         Amo a Dios con todo el corazón y con toda el alma, agradeciéndole el don de la vida que me ha participado y el haberme hecho hijo(a) suyo.
·         Quiero y respeto a las demás personas como a mí mismo, desarrollo todas las cualidades con que Dios me ha enriquecido y aprovecho todas las  oportunidades que a diario me ofrece.
·         Cumplo mis deberes por amor y convicción y no por obligación de manera que así todo me saldrá mejor.
·         Quiero a mi familia, agradezco todo lo que ella hace por mí y la ayudo en todo lo que esté a mi alcance.
·         Soy agradecido con cuantos me ayudan en mi crecimiento como persona.
·         Valoro todo lo que me rodea, conciente de que el medio ambiente es nuestra propia casa, parte importante y garantía de nuestra propia vida, y que por lo mismo, debo admirarlo y cuidarlo con esmero.
·         Aprecio y quiero a mi colegio y a cuantos forman parte de él, cuidándolo con esmero y cariño.
·         Practico la solidaridad, especialmente con las personas más necesitadas, como expresión más rica de la caridad cristiana.
·         Aprendo a perdonar, a pedir perdón, a reconciliarme, a reconocer mis errores y a tener la voluntad de corregirme.

LA PAZ  (Is 32, 15-18).  Promuevo la paz entre nosotros, cuando:

·         Respeto la vida y los derechos de cada persona y ayudo a mejorar las relaciones comunitarias
·         Participó activamente en iniciativas que promuevan la paz y la justicia social en nuestro municipio, departamento y en el país: el fruto de la justicia social es la paz.
·         No genero conflictos dentro o fuera de la Institución Educativa y en el caso de que se presenten, busco soluciones mediante el diálogo sincero y la concertación.
·         Demuestro solidaridad con las personas que son víctimas de la violencia y la injusticia.
·         No agredo ni  en forma verbal, ni física ni psíquica a las demás personas.
·         Fomento la reconciliación y el perdón.

LA COMUNICACIÓN Y EL DIÁLOGO   (Hch 2,1-6. 14-18).  Promuevo la comunicación y el diálogo en la Comunidad Educativa, cuando:

·         Propicio un mayor acercamiento entre educandos y profesores, entre hijos,  padres y madres de familia.
·         Fomento el reconocimiento y valoración mutua de la familia religiosa salesiana, profesores, educandos, padres y madres de familia, y administrativos.
·         Construyo y fortalezco espacios de participación para el diálogo, la argumentación y las propuestas que promuevan soluciones a los problemas.
·         Fomento el trabajo en grupo y el cooperativo que propicie la integración y la comunión de objetivos institucionales.
·         Aprendo a escuchar  y fomento el diálogo entre los diferentes estamentos de la comunidad educativa: si hay diálogo hay buena convivencia.
·         Me comprometo a crear un clima de confianza que favorezca la comunicación.
·         Me educo y educo para tener una actitud crítica frente a los medios masivos de información y propicio una comunicación alternativa.


5.2.2  Dificultades en la enseñanza.

Bárbara Duque Sales dice: Es obvio la gran dificultad que se les presenta a los maestros/as de la escuela primaria, cuando acogen en su clase a un niño con “dificultades de aprendizaje”. Nombro esto último entre comillas, pues a lo largo del artículo iré matizando, en un caso concreto, si realmente estas dificultades son de enseñanza o de aprendizaje. Ambas cosas están juntas, es difícil decir cuál de las dos tiene más peso. Yo, simplemente,  me limitaré a exponer mi caso para ponerlo en conocimiento de los profesionales de la docencia y, espero que cada cual se identifique con algunas de las partes que siempre pueden mejorar.

Algunas veces, atribuimos problemas de aprendizaje a niños que, a mi juicio, no los tienen. Aun existiendo un problema físico o algún trastorno del desarrollo pueden seguir existiendo dificultades de enseñanza y no de aprendizaje, pues puede ocurrir que la enseñanza, no se adapte a las exigencias de cada niño. En el caso que nos ocupa, la maestra se limita a “etiquetar” a un niño como sujeto con problemas de aprendizaje, sin preocuparse en conocer cuál puede ser el “problema”.
           
Me fijaré ahora en un caso que encontré cuando estudiaba tercero de magisterio y llegó a mis oídos la posibilidad de “dar una clase particular”. Se trataba de un niño de siete años que cursaba segundo de primaria en un colegio concertado en la provincia de Córdoba. Enseguida comencé mis clases particulares. El primer mes tuve un  balance relativamente positivo. El niño, ciertamente, apenas sabía leer ni escribir, pero habíamos conectado bien. Pero al mes siguiente, el niño mostraba cierto agotamiento, aburrimiento, nunca quería dar clases... e incluso noté que los pequeños avances conseguidos hasta entonces iban poco a poco retrocediendo. Enseguida me culpé de todo eso, pensaba que realmente no tenía la preparación suficiente, el tema me desbordaba,  tenía que enseñar a un niño de siete años a leer y a escribir pero a un ritmo acelerado porque según la madre, había que igualarlo cuanto antes al nivel de sus compañeros.

Tras varias reuniones con la madre, me informó de algunas cosas que me parecían muy importantes a tener en cuenta: hasta ahora, había vivido en Sevilla, allí asistía a un colegio en el que no necesitaba más aportaciones educativas que el resto de sus compañeros; sin embargo, al llegar a Córdoba le pusieron además de las clases ordinarias, las de apoyo y particulares. Por todo esto, la madre sospechó que quizás en el colegio de Sevilla podría haber un nivel más bajo. Enseguida, el peso que tenía se rebajó un poco. Ya había más factores que, podían explicar ese “problema de aprendizaje” y agotamiento del niño.

El niño iba avanzando muy lento, pero al menos no permanecía estancado. Los libros que la maestra había mandado, le aburrían tremendamente, incluso había páginas que se sabía de memoria. Entonces, lo cambiamos por un libro de literatura infantil y pasó algo: él se sentía más motivado y por lo tanto avanzaba más.

Yo poco a poco, iba preguntándole cosas de su vida en Sevilla y en Córdoba.   Claramente, era más feliz allí que aquí. Entonces, comencé a ver las cosas diferentes, no me parecía que el problema estuviese en la cabeza del niño. A partir de algunas entrevistas con la maestra, saque datos muy importantes, como que no tenía ningún problema para comprender las cosas, que ella era la que había diagnosticado y el primer día de clase, que le hacían falta mayor número de experiencias educativas porque no tenía asumido los mínimos de primero (sin tener en cuenta que había sufrido un traslado). Mientras estaba en clase de apoyo, los demás niños avanzaban en lectura y escritura. La profesora de apoyo no era una profesora de educación especial, sino una maestra de educación primaria jubilada que prestaba ese servicio voluntario al centro. La maestra no replanifico ni reestructuró nada. Tampoco proponía tareas. A pesar de todo esto, el niño se relacionaba perfectamente con los demás niños, aunque era más infantil que el resto. La maestra tampoco tuvo en cuenta que el colegio del que procedía, podía tener un nivel académico más bajo que el suyo.

 Lo que más me preocupaba era la respuesta del niño ante el bombardeo educativo que estaba recibiendo. Yo pensaba que esto, incrementaba desfavorablemente su actitud, pero al mismo tiempo, si no era así, siempre iría retrasado de sus compañeros y esto era lo que más preocupaba a su madre y a su maestra las cuales, eran igualmente conscientes de que el niño era demasiado pequeño para ese número excesivo de experiencias educativas, pero les preocupaba más igualarlo a sus compañeros.  A pesar de todo, el niño era consciente de su desfase académico respecto a sus compañeros y esto le motivaba a seguir adelante con sus clases. Pienso que para solucionar esto, debería intervenir el/la orientador/a junto con la maestra, para atender las diferencias individuales del niño. Está claro que las respuestas educativas no se pueden uniformizar, cada uno necesita una atención diferente.

¿Qué pasa cuando la maestra se olvida que la escuela es un universo heterogéneo?  Debemos recordar que no todos aprenden de la misma manera, cada uno aprende a su ritmo y con su nivel. Hay que crear nuevos contextos que se adapten a las individualidades de cada alumno/a. Por suerte, cada vez, nos vamos haciendo más sensibles a las diferencias individuales, pero aún encontramos algunas resistencias como es este caso. Este centro, acoge muy bien al niño pero no comprenden que careciendo de un tipo de déficit explícito, presenta ciertos desajustes o mayor lentitud en su proceso escolar. A mi juicio, debemos velar por la felicidad de los alumnos/as que caigan en nuestras manos, pues eso es lo que más les va a condicionar en su desarrollo como personas. En Sevilla era un niño normal, ahora aquí es de los peores de la clase y tiene que aceptarlo y ver incrementadas sus experiencias educativas. Todo esto, hacía que tuviese un nivel de autoestima muy bajo, se sentía minusvalorado. Hay que partir de lo que sabe hacer cada uno, de sus potencialidades y no de sus dificultades.

Espero haber dejado claro con la exposición de mi experiencia, que las dificultades que nos encontramos en la escuela no siempre son de aprendizaje, como hemos visto, el niño aprendía todo con normalidad y no tenía ningún problema en su aprendizaje, sino que a veces puede ser que la dificultad sea de enseñanza. La maestra no tuvo en cuenta que pasó de un centro menos exigente a otro que lo era más, no consulto con ningún otro profesional, etc. Se limitó a pasar la tarea de refuerzo en lectura y escritura a la maestra de apoyo y a mí, cuando quizás podía haberle evitado todo eso, limitándose a prestarle más apoyo en sus clases, no sacándolo en las horas que sus compañeros daban lectura y escritura y, haciendo un repaso a principio de curso de todo lo que los demás niños habían visto el año pasado, pues además de favorecerlo estaría reforzando el aprendizaje de todos los niños/as de la clase. Hay que cambiar el contexto, favoreciendo no sólo a un niño, sino a los demás.




5.2.3  Aportes  de la lengua castellana en el proceso de enseñanza aprendizaje de la lecto escritura

El Plan de Estudios de Lenguajes del Instituto Técnico Industrial San Juan Bosco de Contratación apunta al desarrollo y fortalecimiento de las habilidades para ser competentes en el hablar, el escuchar, leer y escribir  y manejo de otros lenguajes.

Atendiendo a los pilares mencionados por la UNESCO para el desarrollo educativo se orienta hacia la apropiación del saber, del hacer y el ser a través de lo cognitivo, las habilidades, aptitudes y las actitudes, comportamientos.  Desde los lineamientos del MEN la meta es trabajar dentro del marco de las competencias propuestas: gramatical, textual, semántica, pragmática, enciclopédica, literaria, poética.


En este orden de ideas se hace referencia a tres campos fundamentales que propician un mejor desarrollo de las competencias del Lenguaje: la pedagogía de la lengua castellana, la pedagogía de la literatura y pedagogía de otros sistemas simbólicos. Abordados desde una perspectiva multidisciplinaria, colegiada y crítica. De acuerdo con la estructura de los estándares básicos del conocimiento se propone su desarrollo a partir de los cinco ejes desde los cuales se pensaron los indicadores de desempeño, y que a su vez sirven como referente del trabajo curricular. Ellos son: producción textual, comprensión e interpretación textual, literatura, medios de comunicación y otros sistemas simbólicos y ética de la comunicación; cada uno con sus respectivos enunciados identificadores. De allí se desprenden los subprocesos que determinan el desempeño de los estudiantes.

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